Una explosión golpeo una residencia en la ciudad rusa de Magnitogorsk, provincia de Cheliábinsk, produciendo su derrumbe por completo. Dentro de los escombros lograron hallar una bebe de 10 meses con vida.
El estado del menor era crítico luego de sufrir un traumatismo craneoencefálico cerrado y congelación severa a raíz de las bajas temperaturas. Sin embargo, los médicos consideran cuan positivo fue haberla encontrado con vida.
Su madre estaba con vida al momento del rescate, y acompañó a la bebe cuando la trasladaron a la capital rusa en un avión especial del Ministerio de Emergencias junto con anestesistas y traumatólogos.
Piotr Gritsenko, a cargo del Ministerio en operaciones de riesgo especial, relata que uno de los rescatitas oyó el llanto de la niña que provenian de los escombros.
“Después de eso, paramos todo el equipo para asegurarnos otra vez. Lo escuchamos, y cuando decíamos ‘¡silencio!’ el niño también reaccionaba y hacía silencio. Comenzaron a hablarle al pequeñito preguntandole ¿dónde estás?, y rapidamente el bebe reaccionaba con fuerte llanto, señaló Gritsenko.
Según informan, Vladímir Putin se acercó hasta el lugar del hecho donde sucedió el accidente. Gracias a la participación de perros, los socorristas lograron confirmar donde se hallaba la bebe y montaron rapidamente el operativo de rescate.
La zona donde estaba atrapado el bebe era muy peligrosa, había grandes estricturas de madera y bloques gigantes de escombros superpuestos unos con otros que no permitían ingresar.
“Escuché que [el bebé] estaba cerca, pero no actué porque entendía que podía hacerle daño […] había peligro de que todo esto pudiera colapsar y deslizarse”, explica Gritsenko, tomando la decisión de no remover los bloques de escombros sino trabajar por debajo para poder rescatarla con vida.
Colocaron refuerzos bajo las estructuras para evitar que todo caiga y así lograron sacarla. “En cuanto vi su rostro, el bebé se calmó y dejó de llorar. Estaba rosadito”, recuerda el rescatista.
Los socorristas señalan que logró permanecer con vida debido a que se encontraba en su cuna y estaba bien abrigada.
“El bebé estaba apretado contra el colchón, la manta —que lo protegía del frío de la losa de la casa— se arrugó”, indicó Gritsenko.
Su cabeza estaba presionada por la puerta de un armario pero al estar cubierta por el abrigo fue lo necesario para soportar todo ese tiempo de frio.
Fuente RT
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